Inteligencia Artificial para mortales: La guía que no sabías que necesitabas
Post 1 - Conceptos básicos: En 5 minutos entenderás más de IA que el primo que presume saberlo todo.
Imagina que estás en una reunión familiar y surge el tema de Inteligencia Artificial (IA). Alguien menciona ChatGPT. Tu prima Pau dice que es “una súper computadora que piensa”. Tu tío Lalo dice que “nos va a quitar el trabajo a todos”, para posteriormente esclavizarnos y usarnos como baterías a lo “Matrix”. Todos opinan, pero… ¿realmente alguien sabe qué es? Te doy un anticipo: es probable que tu amigo el más cerebrito tampoco lo sepa.
Este artículo es el primero de una serie de “posts” donde me daré a la tarea de desmitificar el concepto de IA, con un lenguaje no técnico que todos podamos entender: desde tu mamá hasta el director general de tu empresa.
Lo primero: ¿qué NO es Inteligencia Artificial?
Una de las razones por las que existe mucha confusión acerca del concepto de IA es la ciencia ficción: literatura, cómics, películas. Sin embargo, hay que entender que la mayoría de estas obras son metáforas de la condición humana, y la IA podría interpretarse de múltiples formas: sectores de la sociedad, búsqueda del significado de la vida, etc.
Hoy en día, la IA NO es:
Una computadora que “piensa” como tú o yo.
Un robot con sentimientos.
Una tecnología del futuro (¡llevas años usándola!).
Una caja negra, magia o algo incomprensible.
¿Y entonces?
En su definición más simple, la IA es software (programas/algoritmos informáticos) que puede aprender patrones y tomar decisiones sin que alguien le diga exactamente qué hacer en cada situación.
Expliquémoslo con una analogía: enseñarle a cocinar a alguien.
Método tradicional (la forma en que se programan algoritmos informáticos de manera normal): Le das a tu hijo una receta con lujo de detalles “pon 2 tazas de harina, añade 3 huevos y mezcla por 5 minutos”. Si ese día casualmente solo tiene dos huevos o no tiene los utensilios necesarios, se paraliza. No sabe qué hacer.
Método IA (aprendizaje automático): Le muestras a tu hijo 1,000 videos de personas cocinando diferentes platillos. Después de verlos, él entiende que hay patrones: los ingredientes secos van primero, los huevos aportan consistencia, la flama de la estufa muy alta puede quemar las cosas. Ahora, aunque tu hijo nunca haya visto tu receta en particular, puede intentar cocinar algo adaptándose a lo que encuentre en la cocina. De aquí se deriva dos importantes conceptos en IA:
Autonomía: Los patrones que identificó en los 1,000 videos lo llevan a poder ejecutar las tareas sin tu guía.
Adaptabilidad: Si le enseñas otros 1,000 videos más, mejorará su desempeño.
La diferencia clave: automatización vs. IA
Aquí es donde muchos se confunden. No todo lo que hace una computadora es IA.
Automatización tradicional:
La lavadora que se detiene después de 45 minutos.
El corrector ortográfico que cambia el “hola” mal escrito.
La puerta automática del supermercado.
La alarma de tu celular.
Como mencioné antes, estas son instrucciones “tradicionales” tipo: “si pasa X, entonces haz Y”. Muy útiles, pero aquí no hay autonomía ni adaptabilidad.
Inteligencia artificial:
Netflix recomendándote series basadas en tus gustos.
Tu teléfono reconociendo tu cara para desbloquearse.
Google traduciendo idiomas que nunca le “programaron” palabra por palabra.
La diferencia: estos sistemas aprendieron de millones de ejemplos y pueden manejar situaciones nuevas que nunca han visto.
Pero ¿por qué hasta ahora se habla de esto?
La IA no es un tema nuevo. El término y el deseo de crear programas informáticos que “aprendan” existe desde ¡1956! Pero regresando a la analogía culinaria, era como tener la receta de un pastel, pero sin todos los ingredientes, el horno adecuado y el tiempo para hacerlo.
Antes, teníamos una receta muy básica (los primeros algoritmos), pero nos faltaba:
Muchos datos: La IA necesita tantos datos como sea posible para funcionar correctamente. Y hoy en día, tú solo con tu celular generas más información en un día que toda la existente del siglo pasado.
Matemáticas: La forma en que un programa informático “aprende” no es magia, son… matemáticas. Tuvieron que pasar años de investigación de álgebra, cálculo, etc. para que investigadores desarrollaran métodos eficientes para hacer que los algoritmos identificaran patrones.
Poder de cómputo: Tu teléfono celular es más poderoso que la supercomputadora de hace 20 años.
Conectividad: Todo está conectado, compartiendo información día y noche.
Es como si por décadas hubiéramos tenido un Ferrari frente a nuestra casa, pero no teníamos gasolina ni sabíamos manejar.
Ya usas IA todos los días (aunque no lo sepas)
Aquí viene la sorpresa: probablemente interactúas con IA docenas de veces al día:
En tu teléfono: cuando tomas una foto y automáticamente se ve mejor (la IA detectó caras y ajustó la iluminación).
En tu email: Gmail filtrando spam sin que se lo pidas.
Manejando: El “Waze” prediciendo tráfico y sugiriendo rutas alternativas.
Comprando: Amazon mostrándote "productos que podrían gustarte".
En el banco: Cuando te llaman porque detectaron una compra "sospechosa" con tu tarjeta.
Redes sociales: El feed de Tiktok decidiendo qué mostrarte primero.
No es ciencia ficción. Es un día normal.
Lo que viene.
La IA no va a despertar mañana con consciencia propia y decidir que nos va a exterminar. Pero sí va a seguir mejorando en su habilidad para encontrar patrones y a ayudarnos en tareas específicas. Por lo tanto, deberíamos mantenernos informados y aprender a utilizarla. Hay personas de renombre en el campo de la IA que incluso la comparan con la electricidad, por el cambio que está y va a seguir generando en nuestras vidas.
Así que la próxima vez que alguien mencione la IA en una charla, ya no será un misterio para ti. Es un programa informático que aprende patrones. Que es realmente muy bueno aprendiendo patrones. Tan bueno, que parece magia, pero no lo es.
En el próximo post: viajaremos al pasado, iniciando en los años 50 para entender porqué la IA fracasó varias veces antes de triunfar. Alerta de spoiler: promesas exageradas (conceptos interesantísimos como Inteligencia Artificial General e Inteligencia Artificial Específica).
Tarea para ti: ¿en qué momento del día crees que interactúas con IA y que no te habías dado cuenta? Piénsalo y te sorprenderás.
¿Te gustó este post? Compártelo con esa persona que necesita entender qué es la IA, pero no se anima a preguntar. También puedes dejarme tus comentarios, opiniones y sugerencias; me encantará saber de ti.


